lunes, 22 de junio de 2009

HASTA QUE EL DIVORCIO NOS SEPARE

“Y vivieron felices para siempre” ¿Es acaso un final posible para las uniones matrimoniales de estos tiempos?

La base de la sociedad es la familia. La base de la familia es el matrimonio, el cual es definido como una institución social, así como un sacramento religioso. Una pareja que decide unir sus vidas prácticamente para toda la vida, para compartir todo lo que el destino les depare, nunca piensa –o por lo menos es lo que espero-, en cómo o cuando terminará, al contrario. La meta es construir una felicidad llena de sueños que se van haciendo realidad, procrear hijos y completar la familia, esto junto con el cúmulo de bienes materiales necesarios, hacen que el plan de vida de muchas personas se pueda materializar.

Aunque no todo sale siempre como se desea, los problemas, la inexperiencia, la falta de madurez, la violencia, las mentiras, entre otros factores hacen que una pareja se rompa, ya que el tiempo ha hecho que la pareja se descuide o incluso al poco tiempo de haber contraído matrimonio. Si bien es cierto que hay muchas veces en que el divorcio es la única salida, también hay divorcio ocasiones en que se puede llegar a un arreglo y tomar algunas medidas para evitar llegar a la disolución del vínculo matrimonial ya sea con ayuda de algún profesional, terapia de parejas, orientación matrimonial o demás propuestas que se pueden encontrar si es que ambos tiene la disposición de darse una segunda oportunidad y así no desmembrar una parte importante de la sociedad.

Para los casos en que no se quiera o no se pueda llegar a un arreglo, y sea cual fuera la razón, el actual gobierno de la Capital del país, el mes de Agosto del 2008 aprobó una importante reforma al Código Civil para el Distrito Federal. Para resumir y sin ahondar tanto en cuestiones legislativas, de todas las derogaciones, las reformas y demás arreglitos que le hicieron al tema, quedó una nueva manera de llevar a cabo la disolución del vínculo matrimonial, conocido ahora como “Divorcio Express”, que es un procedimiento unilateral en el cual el cónyuge que desea terminar con la relación marital, simplemente tiene que redactar un convenio, -disfrazado de demanda-, el cual se presenta ante el juez de lo familiar, en la cual ya no se requiere de señalar alguna causal que provoque esta solicitud, no se llama a la otra parte a juicio y en un plazo no mayor a 30 días se declara disuelto el vínculo y se manda para su inscripción al Registro Civil, con lo cual, el matrimonio se ha terminado. Cierto es que ahora es mucho más ágil que el anteriormente llamado “divorcio necesario” el cual se daba cuando una de las partes no quería otorgar el divorcio, procedimiento que podía llevar años antes de que el juez dictara una sentencia, al parecer se ha resuelto uno de los más grandes problemas que alguien se enfrenta cuando va a llevar a cabo cualquier actuación ante una autoridad judicial.

No creo que este tipo de reformas sean las más apropiadas, si lo ponemos en una balanza, el hecho de que el proceso sea más rápido no le gana al peso de lo que está dejando como consecuencia. Mi análisis de este tema se basa en el tema de la familia y el matrimonio, cito la reforma porque es una clara señal de lo que el gobierno esta promoviendo, esto entre otros temas negativos que, por medio de reformas códigos y leyes locales, han provocado que situaciones tan delicadas como un divorcio se conviertan en un mero trámite.

El concepto de familia se está quedando atrás, y para evitar esto el gobierno debería tomar una postura en pro de la familia promoviendo, para empezar, el matrimonio como la importante institución que es al ser, reitero, la base de la familia y así ésta, la base de la sociedad. No es tarea fácil, ya que se tiene hacer un completo trabajo de educación para que la gente, -y los jóvenes sobre todo-, tengan una visión de responsabilidad ante estos temas. Necesitamos que los matrimonios sean sólidos y estables, crear conciencia de que hacer una familia no es cosa de juego.

De la página de Internet del INEGI, y del censo hecho en el año 2005, se desprenden estadísticas que revelan datos importantes, de lo cual podemos deducir cual es el problema. [http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/myd.aspx?tema=P]

En cuanto a los matrimonios, lo que resalta es que uno de cada 100 matrimonios, lo conforman menores de 15 años y la escolaridad máxima en promedio es de secundaria terminada. graf_divorcioAcerca de los divorcios, la gráfica nos muestra el crecimiento desmedido de las disoluciones, teniendo así que de cada 100 matrimonios hay 12 divorcios.

 

 

De una más reciente estadística hecha en el año 2007,  la edad de los divorcios se da en gente de entre 25 y 39 años. De estos datos concluyo que al momento de la mayoría de las separaciones, se disuelve la familia en una edad crítica para los hijos, haciéndolos pasar por un proceso de readaptación por el tema de la custodia compartida o la negativa de alguno de los padres a que el otro los vea, siendo esto un juicio aparte del principal de divorcio.

Se necesita urgentemente fomentar el matrimonio, con campañas educativas sobre la importancia del noviazgo, de educación03_novios01 sexual, y demás temas importantes para que los jóvenes tengan la suficiente información antes de tomar esta importante decisión y que el matrimonio deje de ser solo un trámite para volver a contar con la solemnidad, seriedad e importancia con la que surgió.

 

Nuestro país necesita familias sólidas, pues los valores, las costumbres y la forma de ver la vida, se aprenden de primera mano en casa, y qué mejor que una familia completa, feliz y funcional para que el futuro de los jóvenes tenga esa base, la cual puedan complementar con una buena educación y así formar una igual o mejor familia, provocando una cadena interminable de elementos fuertes para la sociedad y así, también estaremos fortaleciendo al país.

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http://images.google.com.mx/

VOTAR O NO VOTAR

 

El gran dilema del 2009.

Hay muchas cuestiones que afectan nuestro voto. Cierto, el pulso social dice –y me incluyo-, que estamos hartos de mentiras, corrupción, ilegalidad y abuso de poder. En una publicación anterior señalaba el problema de las campañas electorales, lo cual, en este tema, tendrá de nuevo importancia señalar. Refiriéndome en específico a la Ciudad de México, por ser competente en cuestión del territorio, y sin tendencia hacia ningún partido.

Una de las estrategias que hemos visto – no solo en este período electoral-, es incluir a una personalidad popular, ya sea para hablar bien del partido o como candidato. Esto lo señalo como un acto de lo más erróneo y abusivo, me parece que están aprovechándose no solo de la popularidad con la que pueda contar el personaje en cuestión, sino también de los ciudadanos, pretendiendo que pensemos que un actor o actriz, que jamás ha dado notas serias o alguna opinión sobre temas políticos o de relevancia para el país, tenga algún tipo de credibilidad ante el público votante, al igual que, haciendo de una deportista, una “ideal” candidata para llevar la administración de una delegación… O sea, que mientras más novelas haga un actor o actriz y mientras más rápido corra una velocista, ¿más apto será para la vida política?. Por favor, exijo un poco más de respeto a la ciudadanía.

Y como para variarle un poco a las ya viejas utilizadas tácticas, ahora encontramos una campaña de lo más absurda, queriendo apelar tal vez a algún sentimiento como la ternura, si me permiten referirlo como una especie de “chantaje sentimental”, ahora uno de estos tantos partidos transmite los mensajes a través de una pequeña niña que, sin menospreciar la inteligencia de los menores, aún no puede tener una opinión concreta y sólida para hacer llegar una idea política y que ésta sea bien recibida.

Si nos fuéramos al análisis de cada partido, encontraríamos de diferente forma el mismo mensaje “no votes por ellos, vota por mi”, cuando lo ideal sería que utilizaran ese tiempo en televisión y radio, que son los medios de comunicación con mayor fuerza, para transmitir sus ideas y propuestas, incluyendo, y esto lo enfatizo, el por qué sí son procedentes para el país, tanto por las leyes y tratados existentes, como para la realidad política y económica que estamos viviendo. Vamos, no dejar todo esto en un mero discurso político, sino llevar de la mano al empadronado, de tal manera que se vea una posible realidad en la que nos encontraríamos si es que votamos por ellos.

Pero nadie lo hace y todos sabemos la razón, la ambición de poder, el ocupar un lugar llamado “curul” o jefatura delegacional - en el caso de estas elecciones-, con lo cual solo han logrado que el tema general ya no sea por quién votar, sino votar o no.

Existe ahora una gran campaña llamada “vota en blanco”, cuyo lema es “LA ABSTENCIÓN ES APATÍA, VOTAR EN BLANCO ES PARTICIPACIÓN”. Campaña vota-en-blancoque pretende que de esta manera los ciudadanos que estamos en desacuerdo en cómo se lleva y se ha llevado tanto las campañas electorales como las representaciones en los distintos cargos de elección popular, hagamos notoria esta inconformidad señalándolo en la boleta electoral de una manera  específica, trazando un gran circulo y una gran X. Interesante propuesta, pero de un análisis poco profundo pero tal vez real encuentro que tiene un pequeño gran problema. Los militantes de cada partido SÍ van a votar, un voto en blanco lógicamente es un voto para nadie. En un pulso meramente empírico, si tomamos en cuenta cual de los partidos tiene más seguidores –sea por la razón que sea-, podemos saber sin necesidad contar los votos, quien será el “ganador”.

Pero lo que sí es importante es no entregarse a la abstinencia, el hecho de no ir a votar es una pérdida enorme para el país, además de que esa boleta no se va a quedar en blanco, el secreto a voces, es que ese voto se va a ir hacia algún partido.

Una ya conocida estrategia – si es que se le puede llamar así- en el caso de elección de diputados, es votar por el partido del ejecutivo federal, ya que así, las propuestas de éste serán fácilmente aprobadas y no nos encontraríamos como en varias ocasiones en un freno político porque los diputados de los partidos de oposición, no aprueban las propuestas, o quieren cambiarle, quitarle, aumentarle o moverle alguna cuestión con la que “no están de acuerdo”, lo cual simplemente lleva a que nuestro país simplemente no avance.

Lo cierto es que, sea la decisión que tomemos, empecemos a exigir y a pedir cuentas. En teoría, el trabajo de los diputados es representar a los ciudadanos, por eso es que ellos hacen las leyes, nosotros estamos cediéndoles el poder de ejercer nuestra soberanía, sí, ellos trabajan para nosotros, y como en cualquier modelo empresarial, tenemos la libertad de exigirles resultados.

Al exponer esto no se esta tratando de  transmitir una idea de un “Movimiento de Revolución II” o algo por el estilo. Estamos en una época en donde la razón debe de dominar nuestros actos, esto aplicado en cualquier tema, en el momento que logremos que esa fórmula funcione, es entonces cuando veremos los cambios que tanto anhelamos, pero no sentados frente al televisor quejándonos por los comerciales proselitistas, ni dejando nuestros comentarios en la mesa de un café o de una cantina, hay que utilizar los medios con los que contamos para mover las ideas hacia lo positivo, hacia lo que realmente necesitamos como país, tal vez logremos, como dice una vieja canción, una Revolución sin Manos. Esto solo se puede obtener a través de la denuncia, la propuesta, la exigencia, la observancia de la ley y de las buenas intenciones de querer que este país sea lo que realmente es, y no lo que aparenta ser.

México somos todos. El gritar fuerte “Gol”, o “viva México, la independencia y los héroes que nos dieron patria” y cantar llorando el Himno Nacional, sí nos hace honrar – de alguna manera- a nuestra patria, pero la mejor manera de hacerlo es demostrar que México es nuestro, a través de nuestro trabajo y preparación, respetando a nuestros paisanos, no tirando basura en la calle, siguiendo las leyes, en fin, hay tantas cosas que podemos hacer y que están a nuestro alcance, y por supuesto, defendiendo nuestra soberanía.

Yo sí voy a votar. Voy a votar por México.

“REGGAETON”

Reggaetón, es un género “musical” latinoamericano, se dice que su origen es de Panamá o Puerto Rico, que toma su influencia en el ritmo “reggae” o en ritmos de “hip hop” de diversas zonas estadounidenses en donde existe población latinoamericana. en una exhaustiva investigación, no se encontró ninguna respuesta concreta, aunque para el tema en desarrollo, el origen carece de importancia, ya que no importa de donde haya surgido, lo que importa es que ya existe.

Comenzando a principios de los 90’s, el Reggaetón surge como un estilo oculto y clandestino, por el fuerte contenido de las letras, pero se fue comercializando hasta llegar a ser muy popular entre la juventud latinoamericana y estadounidense ya entrado el siglo XXI. Las principales características de este estilo es lo simple y repetitivo de sus líneas melódicas (con la disculpa del término, pues no debería ser aplicable), destacando que el ritmo de las composiciones hacen que éste estilo de alguna manera sea fácil de bailar, provocando movimientos sensuales llevados a cabo con los cuerpos muy pegados de los que interactúan, a este estilo de baile se le ha  llamado “perreo”; además de esto, las letras, que originalmente trataban temas de denuncia social, con el tiempo se dio la preocupante transición a temas de fiestas, aventuras y de experiencias en relaciones, sobre todo las sexuales, abordando este tema de una manera explícita y muchas veces de manera misógina.

Ya es muy común escuchar este género en muchas partes, la piratería sobre todo, ha hecho un gran negocio explotando la popularidad de las “canciones”, al igual que en los lugares de entretenimiento “antros”, en donde es inevitable escuchar, por lo menos, 2 horas de este ritmo en una noche, provocando que los asistentes se exalten y comiencen el ritual “perreo”, entrada la noche y después de una importante ingesta de alcohol, los movimientos se vuelven más explícitos, dejando a un lado cualquier tipo de pudor. Sí, este párrafo ha sido producto de un estudio hecho el pasado fin de semana, en uno de estos lugares, de fama reconocida como “de los buenos”, en una buena zona y con asistentes de entre clase media-alta y alta, notando que la mayoría de los participantes en este tipo de prácticas, son los más jóvenes del lugar. Para complementar esta práctica de campo, me hubiera gustado hacer preguntas, entrevistas y por qué no, ir un poco más allá y saber el destino de las parejas que salían del lugar, en un estado inconveniente tanto en medida etílica, como hormonal.

Continué este estudio en internet, encontrando más de 673,000 páginas en contra del Reggaetón, la mayoría de estas son blogs de jóvenes que demuestran su rechazo en contra de este género, indistintamente, hombres y mujeres, señalando su disgusto y rechazo ante el tema sexual y misógino de las letras y lo provocador de los bailes, y sumo en este momento - a modo de complemento- los videoclips que exponen todo lo dicho anteriormente.

En este momento, para hacer juntos la observación, les invito a regresar al principio de esta página para volver a escuchar y observar el videoclip que se expone.

Letra. Imágenes. Sonidos.

Elegí una de las “canciones” más populares, de título “Gasolina” presentada por uno de los más renombrados exponentes del Reggaetón de nombre Daddy Yankee. Durante la práctica de campo, noté que la popularidad no solo esta en las listas de las estaciones de radio por las votaciones del público, también es la que más destaca en la pista a la hora de bailar, al escuchar los primeros sonidos se escucha un estruendoso grito de júbilo, seguida de los ya mencionados movimientos y acercamientos de las parejas.

Sí, muchos a los que les gusta este tipo de género me han dicho que es por diversión, para disfrutar el momento. El problema -entre otros-, esta en lo que genera la música en una persona. Cualquier estilo musical tiene un efecto en el cerebro el cual, entrando por los canales auditivos, logrando alterar de una cierta manera el comportamiento del receptor, esto sucede de una manera tan sutil que no es perceptible para el que lo sufre, pero en la medida que esta en exposición a tal ritmo, es cómo le afectará, un ejemplo es cuando una persona asegura que la música clásica le provoca sueño, esto es porque el cerebro al percibir las tonalidades empleadas en alguna pieza están relajando al emisor, de tal manera que llega a un punto de reposo y siente sueño. Ahora, -regresando al género en discusión -, esto provoca lo mismo, las tonalidades y los efectos de sonido que se emplean provocan euforia en el emisor.

Y para complementar el ritmo -poco cuidado, que pierde todo respeto a las líneas melódicas y a un pobre (o nulo) conocimiento de composición musical-, lo que más preocupa y molesta, son las letras de las “canciones”. Retomo el video presentado. No dudo que al escucharlo a muchos les provocó mover la cabeza o seguir el ritmo con el pie. Ya que al “cantante” no se le entiende claramente lo que esta interpretando, me permito escribir a continuación las partes de la letra para un análisis más profundo:

“Subele el mambo pa' q mis gatas prendan los motores,
Que se preparen q lo q viene es pa q le den, duro!

Mamita yo se que tu no te me va' a quitar (duro!)
Lo que me gusta es q tu te dejas llevar (duro!!)
to los weekenes ella sale a vacilar (duro!!)
mi gata no para de janguiar porq

A ella le gusta la gasolina (dame me gasolina)
Como le encanta la gasolina (dame ma gasolina) x2

Ella prende las turbinas,
No discrimina,
No se pierde ni un party de marquesina,
Se acicala hasta pa la esquina,
Luce tan bien q hasta la sombra le combina,
Asesina, me domina,
Anda en carro, motoras y limosinas,
Llena su tanque de adrenalina,
Cuando escucha el reggaeton en la cocina.

A ella le gusta la gasolina (dame me gasolina!!)
Como le encanta la gasolina (dame ma gasolina!!)

Aqui nosotros somos los mejores,
No te me ajores,
En la pista nos llaman los matadores,
Haces q cualquiera se enamore,
Cuando bailas al ritmo de los tambores,
Esto va pa las gatas de to colores,
Pa las mayores, pa las menores,
Pa las que son mas zorras que los cazadores,
Pa las mujeres que no apagan sus motores.

Tenemo' tu y yo algo pendiente,
Tu me debes algo y lo sabes,
Conmigo ella se pierde,
No le rinde cuentas a nadie.

Subele el mambo pa' q mis gatas prendan los motores,
Que se preparen q lo q viene es pa q le den, duro!

Mamita yo se que tu no te me va' a quitar (duro!)
Lo que me gusta es q tu te dejas llevar (duro!!)
to los weekenes ella sale a vacilar (duro!!)
mi gata no para de janguiar porq

A ella le gusta la gasolina (dame ma gasolina!!)
Como le encanta la gasolina (dame ma gasolina!!)”

Extraída tal cual de una página especializada en letras de canciones, (aunque editada en las partes que se repiten) les invito a observar- además de las faltas de ortografía que es otro problema actual y el lenguaje local del compositor-, el mensaje que deja esta “canción”. Lo cual dejo a libre interpretación, no hay que leer tanto entre líneas.

Bien podría concluir en este momento mi postura, pero lo que me preocupa como estudiante de Música y de Derecho, lo que éste género está provocando en la juventud, la generación que esta consumiendo este tipo de “basura musical” esta en un gran riesgo de adoptar posturas e ideas relacionadas. Es bien sabido que nuestro país, –tristemente-, carece de una buena cultura, la juventud esta siendo bombardeada por los medios de comunicación que no han respetado los valores y las buenas costumbres, las cuales -en una sociedad como la nuestra-, es vital promover y alimentar con buenas campañas dirigidas a todos, pero más a la juventud que como bien se ha dicho en varios discursos, son el futuro del país.

Estamos en una era difícil, el consumismo esta acaparando la vida de la población -siendo esto un problema mundial-, debemos fomentar cosas positivas como la unión familiar, la lectura, el estudio, los valores, la fe, todo por encima de las ondas negativas que están apoderándose poco a poco de la gente que no tiene en quien apoyarse.

El Reggaetón es solo un punto en la gran mancha oscura y negativa de tantas formas que, de igual manera, tratan de ocultar directa o indirectamente, lo bueno que todo ser humano tenemos. Si cada uno de nosotros llevamos a cabo un plan positivo, tal vez no cambiemos todo mundo, pero sí cambiaremos nuestro mundo.

Yo estoy en contra del Reggaetón.

Yo estoy a favor de la Música, de los Valores, de lo Positivo.

domingo, 21 de junio de 2009

LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS EN MÉXICO DESPUÉS DE LA REFORMA ELECTORAL

 

Desde hace poco más de un mes el Instituto Federal Electoral dio banderazo a los partidos políticos para iniciar sus campañas para las próximas elecciones que tendrán lugar el 7 de julio del presente año. Con la reforma electoral recién aprobada hace menos de un año, se tienen ciertas restricciones para llevar a cabo dichas campañas, lo cual, en su momento, desató una fuerte discusión por parte tanto de los partidos políticos como de los medios de comunicación, ya que uno de las principales y más notorios cambios que arroja esta reforma es una limitante a la forma de llevar a cabo las campañas y las opiniones sobre estas. Me refiero en específico a las quejas que expusieron basados en una supuesta violación a la Libertad de Expresión, garantía consagrada en el artículo 6° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en este trabajo me limitaré a analizar los efectos que ha tenido para con los partidos políticos que son, claramente, los principales protagonistas.

Los partidos políticos tienen su razón de ser, nuestra Carta Magna en el artículo 41 prevé los derechos y obligaciones con que cuentan, dándoles personalidad jurídica, normatividad, patrimonio y generalidades, de este artículo emanan las demás leyes que deben cumplir para un buen ejercicio de su fin político.

Las campañas políticas se crearon para dar a conocer a los candidatos, sus propuestas, las ideas que tengan para mejorar al país, dependiendo de la elección de la que se trate, pues un candidato presidencial tiene que ofrecer toda una estructura de la administración pública, dar a conocer a los que serán su equipo de trabajo, una completa y redonda forma de trabajo que incluya no solo el poder federal, sino también a los estados en su libertad y soberanía, trabajando en conjunto las tres esferas de gobierno, que aunque cada una tenga su autonomía, no cabe duda que la representación de todo un país va a recaer sobre él. Y ni hablar de los candidatos para la legislatura, pues son ellos quienes propondrán iniciativas y propondrán las leyes por medio de las cuales se regirá todo el país. El fin principal de las campañas es saber a quién le estamos dando nuestro voto, el cual tiene un valor incalculable, ya que como expuso Rousseau, es un contrato social del cual todos participamos cediendo la representación de nuestra soberanía en aquellas personas que están dispuestas a tomar el cargo, el cual protestan tomarlo con la seriedad y la responsabilidad que este infiere.

Para lograr este objetivo, el Instituto Federal Electoral otorga un presupuesto económico a cada partido para llevar a cabo sus campañas, el cual consta de millones de pesos. Según el Centro de Estudio de las Finanzas Públicas “El proyecto de presupuesto para 2008 que presentó el IFE asciende a 8 mil 613.0 millones de pesos. Del monto total del proyecto, 5 mil 550.8 millones de pesos, el 64.4 por ciento, corresponden a gastos de operación y 3 mil 062.2 millones de pesos, el 35.6 por ciento, al financiamiento público de los partidos políticos y agrupaciones políticas nacionales.”  [http://www.cefp.gob.mx]

La nueva ley electoral, entre otros cambios no menos importantes, prohíbe específicamente exponer en los principales medios de comunicación campañas notoriamente agresivas, que atenten contra la moral y las buenas costumbres, que tengan contenido vejatorio hacia los adversarios y que promuevan ideas negativas para los ciudadanos votantes, pues el propósito del proselitismo político es dar a conocer las propuestas de cada partido, convenciendo a los ciudadanos que la suya es la mejor y, por lo tanto, conseguir así su voto.

Desde elecciones pasadas, me permito recordar las elecciones presidenciales para el mandato del año 2000, así como las similares del 2006, encontramos que desde entonces los partidos políticos decidieron manejar campañas de ataque, con contenidos altamente negativos y agresivos, incluso vulgares, lo cual hizo que se convirtiera más que en una limpia competencia, en una lucha de creatividad para demostrar quién de los candidatos era peor, quién miente y quién no debería estar en el poder, sacando a relucir cosas de su pasado, videos, fotografías, documentos, en fin, una serie de “pruebas” para demostrar que no se debía votar por aquel a quien se ataca. El bombardeo de spots televisivos, la tapicería urbana de los candidatos, las llamadas telefónicas, cartas enviadas por correo ordinario, en fin, los partidos políticos se valieron de todo medio para hacer llegar sus ideas, o mejor dicho, sus ataques. Pero de propuestas, pocas puedo recordar, ya que en la mente del mexicano se quedó aquella canción o aquel lema que atacaba al candidato del partido oponente y no el pliego de trabajo con el cual cada candidato se debe comprometer a cumplir al haber llegado al poder.

Este no es el sentido de las campañas, insisto. Los ciudadanos debemos conocer al que nos va a representar, creo que se nos ha olvidado el sentido estricto de la democracia, ya que el poder del pueblo, la bien llamada y poco respetada soberanía que detenta el pueblo, la estamos cediendo a los que se pretende que nos represente y tome las decisiones políticas para mantener un sinfín de equilibrios que el país necesita, entre ellos, el equilibrio económico, político y social, que a mi parecer, son los 3 pilares de un país. Cada uno de los ciudadanos debería de ir convencido de que está votando por una propuesta, no por un color o por una persona en específico, lo que requiere el mexicano es que aquel que llegó al poder, sea cual sea, gracias a su voto, lo respete como tal y cumpla con las expectativas que hizo que esa persona acudiera a las urnas y depositara su voto, que es en realidad un voto de confianza.

La ley es muy clara, este año 2009, también año de elecciones en el que elegiremos a nuestros representantes para la siguiente legislatura tanto federal como local en el caso del Distrito Federal, encontramos campañas un tanto diferentes, sin ataques ni insultos, ahora abordan temas sociales, la falta de seguridad, de empleo, de seguridad social, en fin, temas que no son nuevos y que al parecer han ido en declive y que los presidentes de los partidos políticos y algunos de los candidatos han expuesto en forma por demás extraña.

Los diferentes partidos han tomado caminos diversos para mandar su mensaje a la población. Hablando de las campañas en los medios masivos de información: algunos cambiaron los insultos por actuaciones dignas de una telenovela, otros exponen su discurso en forma solemne con imágenes de los diferentes grupos sociales, tal vez para apelar a la lástima o a la identificación que pudiera tener algún ciudadano con aquel acto. Las propuestas que se podrían rescatar de esto son vagas y confusas, simplemente se dedican a decir qué está mal en el país y que es un problemas que ellos pueden resolver, pero ¿cómo?, al parecer solo lo sabremos si votamos por ellos. En cuanto a las calles, este siempre será un problema, pues es común desde siempre que los candidatos muestran su imagen en amplios carteles por toda la ciudad con la frase que representa su campaña, el color de su partido y la exhortación para votar por ellos, si bien es cierto que este año ha sido menos, de todos modos este sigue siendo un problema pues todo ese material utilizado terminará convertido en basura electoral.

Al parecer todo va conforme a derecho, aunque el sentido de las campañas sigue perdido, no son campañas reales de propuestas de gobierno, es un mero cumplimiento a algún protocolo que establece que los partidos se deben dar a conocer, para ver físicamente quienes estarán en los curules representando la voz del pueblo y saber quién es de cual partido. Las elecciones se han limitado a una guerra de colores, no de tendencias políticas, una lucha de poderes para ver quién puede más.

Me parece importante señalar que, en los medios que pueden ser castigados por las leyes aplicables, los partidos políticos han hecho lo que se les permite, ya he mencionado el tipo de campañas que ahora exponen, pero nos queda un punto importante que la tecnología ha puesto a disposición de nuestros candidatos: la utilización del Internet. Este medio está libre de coacción, las leyes penales han sido superadas por este medio, hablando por ejemplo de los derechos de autor, pues aun no se tiene una normatividad que delimite e imponga un castigo real. Y para el tema que nos atañe, el Internet ha servido como escape perfecto a todo lo que los partidos no pueden hacer a la luz de la ley, pues podemos encontrar las mismas campañas negativas y agresivas del pasado, en páginas de videos o de opiniones personales como los llamados blogs, los personajes de la política dan rienda suelta a todo aquello que quieran decir, con lo cual le dan la vuelta a la ley.

Resulta difícil decir la real eficacia de las campañas electorales, el IFE, en un intento de detener la violencia entre los partidos hizo una reforma a la ley, de la cual el cumplimiento ha sido meramente superficial, aunque dudo que en algún momento se pueda regular para así encaminarla al verdadero propósito del proselitismo político, entre otros problemas que emanan de este tema.

La realidad tomada de un pulso social, es que el ciudadano en general no hace un voto consiente, sino un voto de conveniencia, no se vota por una propuesta, sino por un color, se otorga el poder al partido, no al candidato. La realidad empírica de las campañas es que solo es una época de molestias, donde se interrumpen los programas, se llenan las calles de carteles, se ocupan espacios públicos con mítines a los cuales solo acuden los mismos miembros de los partidos.

El interés se ha perdido, a la par de las campañas políticas se hace una campaña electoral en la cual el IFE, en un intento de promover la democracia, trata de promover el voto como la voz del pueblo, como el medio por el cual todos podemos participar de la política, que el hecho de no votar es una especie de traición a nuestra forma de gobierno, creo que es un buen intento, pero es necesario crear un vínculo entre esta obligación del ciudadano de votar consagrada en nuestra Constitución en su artículo 36, el cual también es un derecho por la simple conformación de nuestro sistema político, en conjunto con buenas campañas para que el mexicano vaya convencido del por qué y del por quién votar.

Tal vez lo que ha llevado al desinterés por la vida política es el enfrentar la realidad de cada año, la mala imagen que se tiene de nuestros representantes, la poca ética con la que llevan a cabo sus cargos y, por supuesto, el hecho de que no se siente que las cosas mejoren. Me queda claro que hay que ir a votar, pero…

Y después de las elecciones ¿Qué?