“Y vivieron felices para siempre” ¿Es acaso un final posible para las uniones matrimoniales de estos tiempos?
La base de la sociedad es la familia. La base de la familia es el matrimonio, el cual es definido como una institución social, así como un sacramento religioso. Una pareja que decide unir sus vidas prácticamente para toda la vida, para compartir todo lo que el destino les depare, nunca piensa –o por lo menos es lo que espero-, en cómo o cuando terminará, al contrario. La meta es construir una felicidad llena de sueños que se van haciendo realidad, procrear hijos y completar la familia, esto junto con el cúmulo de bienes materiales necesarios, hacen que el plan de vida de muchas personas se pueda materializar.
Aunque no todo sale siempre como se desea, los problemas, la inexperiencia, la falta de madurez, la violencia, las mentiras, entre otros factores hacen que una pareja se rompa, ya que el tiempo ha hecho que la pareja se descuide o incluso al poco tiempo de haber contraído matrimonio. Si bien es cierto que hay muchas veces en que el divorcio es la única salida, también hay ocasiones en que se puede llegar a un arreglo y tomar algunas medidas para evitar llegar a la disolución del vínculo matrimonial ya sea con ayuda de algún profesional, terapia de parejas, orientación matrimonial o demás propuestas que se pueden encontrar si es que ambos tiene la disposición de darse una segunda oportunidad y así no desmembrar una parte importante de la sociedad.
Para los casos en que no se quiera o no se pueda llegar a un arreglo, y sea cual fuera la razón, el actual gobierno de la Capital del país, el mes de Agosto del 2008 aprobó una importante reforma al Código Civil para el Distrito Federal. Para resumir y sin ahondar tanto en cuestiones legislativas, de todas las derogaciones, las reformas y demás arreglitos que le hicieron al tema, quedó una nueva manera de llevar a cabo la disolución del vínculo matrimonial, conocido ahora como “Divorcio Express”, que es un procedimiento unilateral en el cual el cónyuge que desea terminar con la relación marital, simplemente tiene que redactar un convenio, -disfrazado de demanda-, el cual se presenta ante el juez de lo familiar, en la cual ya no se requiere de señalar alguna causal que provoque esta solicitud, no se llama a la otra parte a juicio y en un plazo no mayor a 30 días se declara disuelto el vínculo y se manda para su inscripción al Registro Civil, con lo cual, el matrimonio se ha terminado. Cierto es que ahora es mucho más ágil que el anteriormente llamado “divorcio necesario” el cual se daba cuando una de las partes no quería otorgar el divorcio, procedimiento que podía llevar años antes de que el juez dictara una sentencia, al parecer se ha resuelto uno de los más grandes problemas que alguien se enfrenta cuando va a llevar a cabo cualquier actuación ante una autoridad judicial.
No creo que este tipo de reformas sean las más apropiadas, si lo ponemos en una balanza, el hecho de que el proceso sea más rápido no le gana al peso de lo que está dejando como consecuencia. Mi análisis de este tema se basa en el tema de la familia y el matrimonio, cito la reforma porque es una clara señal de lo que el gobierno esta promoviendo, esto entre otros temas negativos que, por medio de reformas códigos y leyes locales, han provocado que situaciones tan delicadas como un divorcio se conviertan en un mero trámite.
El concepto de familia se está quedando atrás, y para evitar esto el gobierno debería tomar una postura en pro de la familia promoviendo, para empezar, el matrimonio como la importante institución que es al ser, reitero, la base de la familia y así ésta, la base de la sociedad. No es tarea fácil, ya que se tiene hacer un completo trabajo de educación para que la gente, -y los jóvenes sobre todo-, tengan una visión de responsabilidad ante estos temas. Necesitamos que los matrimonios sean sólidos y estables, crear conciencia de que hacer una familia no es cosa de juego.
De la página de Internet del INEGI, y del censo hecho en el año 2005, se desprenden estadísticas que revelan datos importantes, de lo cual podemos deducir cual es el problema. [http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/myd.aspx?tema=P]
En cuanto a los matrimonios, lo que resalta es que uno de cada 100 matrimonios, lo conforman menores de 15 años y la escolaridad máxima en promedio es de secundaria terminada. Acerca de los divorcios, la gráfica nos muestra el crecimiento desmedido de las disoluciones, teniendo así que de cada 100 matrimonios hay 12 divorcios.
De una más reciente estadística hecha en el año 2007, la edad de los divorcios se da en gente de entre 25 y 39 años. De estos datos concluyo que al momento de la mayoría de las separaciones, se disuelve la familia en una edad crítica para los hijos, haciéndolos pasar por un proceso de readaptación por el tema de la custodia compartida o la negativa de alguno de los padres a que el otro los vea, siendo esto un juicio aparte del principal de divorcio.
Se necesita urgentemente fomentar el matrimonio, con campañas educativas sobre la importancia del noviazgo, de educación sexual, y demás temas importantes para que los jóvenes tengan la suficiente información antes de tomar esta importante decisión y que el matrimonio deje de ser solo un trámite para volver a contar con la solemnidad, seriedad e importancia con la que surgió.
Nuestro país necesita familias sólidas, pues los valores, las costumbres y la forma de ver la vida, se aprenden de primera mano en casa, y qué mejor que una familia completa, feliz y funcional para que el futuro de los jóvenes tenga esa base, la cual puedan complementar con una buena educación y así formar una igual o mejor familia, provocando una cadena interminable de elementos fuertes para la sociedad y así, también estaremos fortaleciendo al país.